Tuesday 29 August 2017

How I spent my summer vacation Part 1 - Be Bear Aware

¡Oh, Yellowstone! Tierra de geysers y ¿osos?

Una cosa hay que reconocérsela a USA, y es que tienen unos parques nacionales que no se pueden creer. No he ido a muchos aún, pero los que he visitado me han dejado patidifusa, boquiabierta y ojiplática, a pesar de toda esa infraestructura adaptada a gente que quiere ver naturaleza con el minimísimo esfuerzo. Y es que como ya conté en mi última visita a un parque nacional, la gente es absurda. Indefectiblemente, estés donde estés, una siempre se va a encontrar con un grupo de gente que no ha caminado en su vida, quemada por el sol, haciendo senderismo en chancletas que te preguntan si falta mucho. Que si falta mucho ¿para qué, buen señor? ¿Para que le de un infarto y a su familia se la coman los buitres? La idiotez de los turistas alcanzó nuevos niveles frente a mis ojos cuando vimos como una mujer sacaba fotos y grababa a un hombre que se puso a trepar para sacarse fotos con su (espero) hijo al borde de un acantilado, cerca de unas cataratas. Otro inepto, ajeno a dicha familia, lo llevó un paso más allá jugándose el tipo para sacarse un selfie al borde. Una cosa es segura, no podía parar de observar atentamente, no me fuese a perder el accidente. Culpo a las noticias de Antena3 por haber plantado la semilla del morbo en mi cerebro. Nunca te lo perdonaré, Antena3, nunca.

Las cataratas impresionantes, esperando turistas en caída libre.
Encuentra a los 3 ineptos entre el follaje.

Lo bueno es que como la gran mayoría de gente opta por visitar lo más popular, existen cientos de caminos por los que se pueden ir y a penas te encuentras algún turista*. Yellowstone, además de ser un volcán activo gigante, es donde hace más de 30 años encontraron a la Thermus aquaticus sobre la que ya hablé hace muchos posts, y es el parque (aunque lo llamaran Jellystone, no engañaban a nadie) donde Yogi y Boo-boo vivían alegremente robando la comida de los turistas y huyendo del ranger Smith - que además se parece a mi padre. Sin embargo, no vimos ni un solo oso. Sí que vimos muchos rangers. Vimos indicios de la presencia de osos, tales como huellas, que bien podrían haber sido puestas por los propios rangers, para mantener vivo el reclamo del parque. Vimos muchos otros animales a los cuales como bióloga no sé nombrar, pero de los que hicimos muchas fotos que nunca más volveremos a mirar, pero bien sirven para documentar este post. Los mejores son los bisontes, porque tienen un actitud envidiable ante la vida. Conduciendo a través de Hayden Valley te encuentras varios, si no pastando en las praderas como si el mundo no estuviera yéndose a la mierda, invadiendo la carretera con su característica indolencia. También vimos una serpiente MUY grande, muchos ciervos mulos, pájaros de todo tipo, e infinitas ardillas - también distintas pero como bióloga que soy, no sé deciros. Pero ni un solo oso. ¿Hay osos realmente en Yellowstone? Según mi experiencia, no. Señales de alerta, precaución, instrucciones de como usar el bear spray (que viene a ser un gas pimienta para los osos) a esgaya. Pero eso fue todo. No puedo decir que esté decepcionada, puesto que encontrarte con un oso cara a cara, si no lleva corbata y sombrerito, no debe de ser una situación distendida. Tendré que esperar a mi futura visita a Yosemite, donde he oído que la gente también avista osos con cierta frecuencia.

Los geysers de alrededor de Old Faithful, donde la gente espera ansiosa a ver la explosión del geyser para acabar perdiéndosela por intentar capturarlo en vídeo para Instagram - situación presenciada.
Grand Prismatic Spring. Entre la niebla de la primera hora de la mañana y el vapor que sale del propio hot spring hay que echarle algo de imaginación o visitar National Geographic
Cataratas del Grand Canyon de Yellowstone.
Para llegar al parque tomamos una ruta muy poco transitada, que aunque nos hizo sospechar, no reparamos a tiempo en el riesgo que entrañaba conducir un turismo por una carretera de gravilla durante 2 horas sin señal en el móvil. Fue a través de lo que aquí denominan como National Forest, y es la carretera que quieres tomar si quieres colarte en el parque nacional del sur de Yellowstone, Grand Teton, haciendo gala de la infame picaresca española. Desconocíamos dicho detalle, y es que la carretera debe de tomarla tan poca gente que ni siquiera se han molestado en plantarle una garita de entrada. Pero nosotras, honradas, pagamos la entrada a ambos parques. Así que tras esas dos horas conduciendo por caleyas, acabamos llegando sanas y salvas a la cabaña. Claro que la conducción a través de esa carretera fue nada comparado a dormir la noche anterior en un Motel 6 en un pueblo de Idaho que debió de protagonizar no pocos telefilms.

La semana que pasamos en Yellowstone y Grand Teton fue de mucho caminar, de mucho madrugar y lo mejor de todo, de no tener ni cobertura ni datos en el móvil. En total caminamos unas 100 millas, incluyendo todos las rutas que hicimos en O’ahu, Hawaii, segunda parte de nuestra épica aventura veraniega. Spoiler alert: en O’ahu tampoco vi osos, y eso que me esperaba alguno escapado del proyecto Dharma (ja!). Como no soy Tolkien, no puedo describir los paisajes que vi en Yellowstone y Grand Teton como se merecen, y las fotos no les hacen ninguna justicia. Os recomendaría que fueseis antes de que el cambio climático o Korea del Norte decida destruirnos. Además no necesitáis estar en forma, ni caminar 100 millas para disfrutarlo. Y por los osos no os preocupeis, que no hay.


Mammoth Hot Springs.
Un bisonte a punto de invadir la carretera en Hayden Valley. Pero ni un oso.
Maravillosa foto de Grand Teton hecha por la señora que me acompañó en este periplo.


Elen

To Be Continued...



*Entiéndase turista por aquel especimen humano que va cámara en mano, lo ve todo a través de la pantalla, y no sabe muy bien a dónde ha venido pero vio una vez en un documental de viajes o en tripadvisor que el sitio era guapo.

Tuesday 8 August 2017

Warped Tour 2017 - Only dumb people crowd surf

Soy un anacronismo.
Empecé el día sintiéndome una señora de 60 años en lugar de una quinceañera que estaba a punto de cumplir su sueño caducado de ir al Warped Tour en California. Pero es que me desperté muy cansada, por culpa de esta ola de medio calor húmedo que tenemos, que no se parece en nada al verano en Asturies que me vio crecer.
Después de 3 tazas de café empecé a sentirme algo mejor, hasta el momento en el que tuve que hacer logística para ver qué había que meter en la mochila: que si agua, que si crema solar, que si gafas de sol, que si algo de comer no vaya a ser que nos de el gusanillo en pleno mosh pit, etc… No recordaba que fuera tan complicado ir a estas cosas.
Cuando llegamos al parking donde se celebraba tan magno evento, vimos una cola ya bastante larga a “primera hora de la mañana” (esto es, las 10:30am en pop-punk) llena de gente con estética que en mi época sería equiparable a Avril Lavigne o Pete Wentz (he tenido que googlear el nombre de este señor, no creáis que me lo sabía), pero que hoy en día desconozco analogía. El caso es que gracias a mi saber hacer y estar, tuve los contactos adecuados para que me obsequiaran con una pulsera que me daba total acceso a todo lo que quisiera (incluído el catering, aunque aún me quedan dudas de si realmente teníamos derecho a comer allí de gratis), paseándome cual VIP por el recinto antes de la apertura oficial, o accediendo al backstage para ver a los grupos de culo*.

Al parecer, hay que decirlo todo. ¿Esto ye punk?
John Lydon debía estar revolviéndose en su tumba**.

Y debe de ser por eso que tampoco saben hacer mosh.

Tocaban más de 40 grupos, de los cuales yo conocía a 6. Afortunadamente, esos 6 grupos me superaban en edad, evitando así elegantemente ser la más vieja del evento. A los primeros que vi fueron Sick of It All, los cuales siguen manteniéndose fieles a su estética de NY hardcore, y pidiéndole al público infantil (16-22 años) que hicieran circle pits.Se conoce que estas nuevas generaciones no dominan el arte del pit, quizás debido a la imposibilidad de grabar un stories de Instagram decente en tal situación. Ya desde el backstage nos apuntamos a ver a Goldfinger, una banda que siempre me dio igual, pero al menos conocía el nombre. El cantante y fundador, John Feldmann, resulta ser un big wig de la producción en LA, no solo dedicándose a su propia banda sino habiendo producido todo el pop punk (TODO) de los 2000 - y a Ashlee Simpson. Es decir, puede que sea él a quien tengamos que culpar***. De todas maneras, fue cuanto menos entrañable - y un poco jocoso cuando acabó con la frase “I love my life” - verle ¿rezar? antes del show con sus otros músicos acompañantes, a saber: el guitarra de Story of the Year (who?), un batería anónimo que debutaba por primera vez en directo (o eso entendí) y el bajista de MXPX (¿os acordáis?). De los 30 minutos que tocaron, Feldmann dedicó 15 a monologar y a cantar tururus para que el público repitiese. Un “shut up and play” hubiera estado en orden, pero el público parecía disfrutar y yo no quería ser la hater que le aguase la fiesta a cientos de millennials.

Oh, si hubiera sido hace 16 años...

El resto del día transcurrió entre escenario y escenario, viendo a CKY, Bad Cop Bad Cop, TSOL, Strung Out, Hatebreed, Adolescents, GWAR, y viendo estéticas copiadas hasta la extenuación. Era como pasearse por un centro comercial con toda esa oferta de Vans en cada esquina, o las organizaciones animalistas que muy noblemente pedían firmas para conseguir que Domino’s incluyera queso vegano en su menú. Para que luego digan que los jóvenes no se comprometen. El día acabó viendo a GWAR con un romántico atardecer al fondo, mientras la banda salpicaba a las primera 12 filas con sangre, que unas veces fue administrada por algún arma alienígena de cartón-piedra y otras, del desmembrado cuerpo de lo que parecía una fiable réplica del presidente, tambié de cartón-piedra. Estoy segura que todo desde la mejor intención.
Tengo que admitir que para ser "punk" (ejem), no he asistido a ningún evento organizado de manera tan fina, ajustada y puntual como el Warped Tour. Casi me atrevería a decir que es una antítesis del punk...

La experiencia más gratificante sin duda fue poder resguardarnos del sol en la carpa donde los grupos iban a comer y donde hábilmente nos hicimos pasar por roadies para agarrar un plato de comida, brownies y 3 vasos de cold brew (lo que viene siendo café con hielo, pero sin hielo, frío. Un concepto). En una de esas compartimos asiento con el cantante de Adolescents y sus dos hijos pre-adolescentes de aparente pusilánime actitud ante la vida. De hecho uno de ellos pasó olímpicamente de ir a ver a la banda de su padre y prefiriendo quedarse en dicha carpa jugando a la PSP. Y ahí es donde vi una magna lección de crianza, cuando su padre resignado le contestó “OK, no vengas, pero prométeme que irás a ver a GWAR”. Sabía de lo que hablaba.

[aquí hubiera insertado un breve vídeo de GWAR
y del baño de sangre,
pero el mundo ya ve bastante violencia]

Puede que sea un anacronismo, pero lo disfruté con las ganas de mi yo quinceañera y la objetividad de mis 31 años pasados de vuelta.
Y encima, gratis.



Elen


*Esto es desde detrás, con la perspectiva de sus espaldas, no que los viéramos mal.
**John Lydon (a.k.a. Johnny Rotten) sigue vivo. A pesar del Warped Tour.
*** De TODO.

Tuesday 1 August 2017

Utah, y ni un solo mormón.

Tuve que irme hasta Utah para confirmar que la gente es absurda.

Hasta ahora, mi record en viaje relámpago había sido la visita a Belgrado en la que me pasé 36 horas en un tren para pasar otras 36 horas en dicha ciudad. Este último fin de semana de julio de 2017 he vuelto a practicarlo, y me pasé 16 horas en un coche con el propósito de hacer un hike (ruta de senderismo, como diríamos en castellano antiguo) de 6 horas. Cierto es que en el destino mis acompañantes y yo pasamos unas 24 horas, asíque en proporción pasamos más horas en el destino que las que empleamos en llegar allí conduciendo a través de cuatro estados. A saber: California, Arizona, Nevada y Utah. En este último se encontraba nuestro destino final, Zion National Park.


Tramo de Narrows donde ya empezaba a
estrecharse la cosa y hacer honor a su nombre.
La idea surgió gracias al gusanillo de un amigo por hacer el hike llamado Narrows, que consiste en caminar por el cauce del río - esto es dentro del río - admirando las formaciones rocosas que la erosión de millones de años (algunos dirán que ha sido obra de dios) ha dejado. El paisaje es increíble y no se parece en nada a los Picos de Europa, que es lo que una conoce. Parcialmente también la realización de este viaje fue gracias a la capacidad organizativa de dicho amigo en acumular puntos para que nos saliera el coche de alquiler y la habitación de hotel gratis.
Nosotros en nuestra sapiencia alquilamos unos calcetines de neopreno que espero sean desinfectados con fuego entre usuarios, unas botas especiales y un palo. Tan simple como suena, el palo me salvó la vida más veces de las que quiero reconocer. El hike en sí no parece entrañar peligro de muerte, pero algunas personas se han apañado para morir, lo cual indica que cierta preparación e información previa no está de más. Existe peligro de crecida inminente casi todo el tiempo, y en ciertos puntos del camino no parece que haya muchas posibilidades de aferrarse a nada que te vaya a salvar de ser arrastrado. Pero esos puntos, que también son los más espectaculares en lo que a paisaje se refiere, son los que están más río arriba y por tanto, el nivel de familias e ineptos que no saben dónde están desciende drásticamente.

Al principio de Narrows la cantidad de visitantes es bastante alta, y ahí es donde me dí cuenta, gracias a mi perspicacia, que la gente es absurda. Unos cuantos nos preguntaron cuando ya volvíamos tras 6 horas de caminata, que cuánto se tardaba en hacer el hike, lo cual indicaba que desconocían que era un total de 16 millas, con la imposibilidad de hacerlo en su totalidad puesto que en cierto punto hace falta un permiso especial. Otros tantos comenzaban a caminar a duras penas sobre el lecho de piedras del río sujetando en la mano sus chanclas de cuña (nunca alcanzaré a comprender el nivel de inopia de un ser humano para creer que ese calzado es adecuado para caminar en la naturaleza) y exhibiendo una cara de dolor propia de estar pisando piedras y palos del fondo de un río. Quiero creer que en realidad todas esas personas sabían que no serían capaces de hacer más de 200 yardas y solo estaban testando lo que se siente al caminar en un río. Pero quién sabe, a lo mejor son de la clase de gente que engrosa la lista de muertos anuales en parques nacionales. Viendo a toda esa gente luchando contra la naturaleza mientras caminaban como zombies nos hizo sentir como auténticos pros del senderismo.

Aliens aparcados fuera del 7eleven.
A penas tengo fotos de la jornada debido a la dificultad de sacar y meter la tecnología de la bolsa impermeable, pero aunque no pueda demostrar en Instagram o Facebook con 50+ fotos que de verdad estuve allí, os digo que no le hubieran hecho justicia a ese paisaje. Tendreis que creerme cuando os digo que hice Narrows con relativo éxito, ya que solo me caí de culo cuando me quedaban menos de 500 metros para acabar.

Como guinda al road trip y fin de semana, visitamos una especie de 7eleven de temática alienígena y vimos el termómetro más alto del mundo - ambos localizados en Baker, California.

Lo dicho, un éxito.



Elen