Tuesday 8 August 2017

Warped Tour 2017 - Only dumb people crowd surf

Soy un anacronismo.
Empecé el día sintiéndome una señora de 60 años en lugar de una quinceañera que estaba a punto de cumplir su sueño caducado de ir al Warped Tour en California. Pero es que me desperté muy cansada, por culpa de esta ola de medio calor húmedo que tenemos, que no se parece en nada al verano en Asturies que me vio crecer.
Después de 3 tazas de café empecé a sentirme algo mejor, hasta el momento en el que tuve que hacer logística para ver qué había que meter en la mochila: que si agua, que si crema solar, que si gafas de sol, que si algo de comer no vaya a ser que nos de el gusanillo en pleno mosh pit, etc… No recordaba que fuera tan complicado ir a estas cosas.
Cuando llegamos al parking donde se celebraba tan magno evento, vimos una cola ya bastante larga a “primera hora de la mañana” (esto es, las 10:30am en pop-punk) llena de gente con estética que en mi época sería equiparable a Avril Lavigne o Pete Wentz (he tenido que googlear el nombre de este señor, no creáis que me lo sabía), pero que hoy en día desconozco analogía. El caso es que gracias a mi saber hacer y estar, tuve los contactos adecuados para que me obsequiaran con una pulsera que me daba total acceso a todo lo que quisiera (incluído el catering, aunque aún me quedan dudas de si realmente teníamos derecho a comer allí de gratis), paseándome cual VIP por el recinto antes de la apertura oficial, o accediendo al backstage para ver a los grupos de culo*.

Al parecer, hay que decirlo todo. ¿Esto ye punk?
John Lydon debía estar revolviéndose en su tumba**.

Y debe de ser por eso que tampoco saben hacer mosh.

Tocaban más de 40 grupos, de los cuales yo conocía a 6. Afortunadamente, esos 6 grupos me superaban en edad, evitando así elegantemente ser la más vieja del evento. A los primeros que vi fueron Sick of It All, los cuales siguen manteniéndose fieles a su estética de NY hardcore, y pidiéndole al público infantil (16-22 años) que hicieran circle pits.Se conoce que estas nuevas generaciones no dominan el arte del pit, quizás debido a la imposibilidad de grabar un stories de Instagram decente en tal situación. Ya desde el backstage nos apuntamos a ver a Goldfinger, una banda que siempre me dio igual, pero al menos conocía el nombre. El cantante y fundador, John Feldmann, resulta ser un big wig de la producción en LA, no solo dedicándose a su propia banda sino habiendo producido todo el pop punk (TODO) de los 2000 - y a Ashlee Simpson. Es decir, puede que sea él a quien tengamos que culpar***. De todas maneras, fue cuanto menos entrañable - y un poco jocoso cuando acabó con la frase “I love my life” - verle ¿rezar? antes del show con sus otros músicos acompañantes, a saber: el guitarra de Story of the Year (who?), un batería anónimo que debutaba por primera vez en directo (o eso entendí) y el bajista de MXPX (¿os acordáis?). De los 30 minutos que tocaron, Feldmann dedicó 15 a monologar y a cantar tururus para que el público repitiese. Un “shut up and play” hubiera estado en orden, pero el público parecía disfrutar y yo no quería ser la hater que le aguase la fiesta a cientos de millennials.

Oh, si hubiera sido hace 16 años...

El resto del día transcurrió entre escenario y escenario, viendo a CKY, Bad Cop Bad Cop, TSOL, Strung Out, Hatebreed, Adolescents, GWAR, y viendo estéticas copiadas hasta la extenuación. Era como pasearse por un centro comercial con toda esa oferta de Vans en cada esquina, o las organizaciones animalistas que muy noblemente pedían firmas para conseguir que Domino’s incluyera queso vegano en su menú. Para que luego digan que los jóvenes no se comprometen. El día acabó viendo a GWAR con un romántico atardecer al fondo, mientras la banda salpicaba a las primera 12 filas con sangre, que unas veces fue administrada por algún arma alienígena de cartón-piedra y otras, del desmembrado cuerpo de lo que parecía una fiable réplica del presidente, tambié de cartón-piedra. Estoy segura que todo desde la mejor intención.
Tengo que admitir que para ser "punk" (ejem), no he asistido a ningún evento organizado de manera tan fina, ajustada y puntual como el Warped Tour. Casi me atrevería a decir que es una antítesis del punk...

La experiencia más gratificante sin duda fue poder resguardarnos del sol en la carpa donde los grupos iban a comer y donde hábilmente nos hicimos pasar por roadies para agarrar un plato de comida, brownies y 3 vasos de cold brew (lo que viene siendo café con hielo, pero sin hielo, frío. Un concepto). En una de esas compartimos asiento con el cantante de Adolescents y sus dos hijos pre-adolescentes de aparente pusilánime actitud ante la vida. De hecho uno de ellos pasó olímpicamente de ir a ver a la banda de su padre y prefiriendo quedarse en dicha carpa jugando a la PSP. Y ahí es donde vi una magna lección de crianza, cuando su padre resignado le contestó “OK, no vengas, pero prométeme que irás a ver a GWAR”. Sabía de lo que hablaba.

[aquí hubiera insertado un breve vídeo de GWAR
y del baño de sangre,
pero el mundo ya ve bastante violencia]

Puede que sea un anacronismo, pero lo disfruté con las ganas de mi yo quinceañera y la objetividad de mis 31 años pasados de vuelta.
Y encima, gratis.



Elen


*Esto es desde detrás, con la perspectiva de sus espaldas, no que los viéramos mal.
**John Lydon (a.k.a. Johnny Rotten) sigue vivo. A pesar del Warped Tour.
*** De TODO.

No comments:

Post a Comment