Mi
ajetreada agenda de proyectos aleatorios que no sin esfuerzo intento
interconectar para crear una perfecta maraña de propósitos no me deja tiempo
para continuar explicando, de manera jocosa e informal, mis pequeñas aventuras
en California. Por lo que me dispongo a poner este blog en lo que viene siendo
un hiato.
Después
de visitar el bonito (léase esto con el mayor tono sarcástico humanamente
posible) pueblo donde se ofició el funeral de Charles Manson, al cual no me
invitaron, he hecho cosas tan interesantes como dormir en un tendejón en
Yosemite donde un Sasquatch de cartón casi me mata, o ser una de esas personas a
las que invitan a la Comic Con a hablar de cosas.
También
visité por primera vez New York, y en contra de todo pronóstico, no se me puso
cara de Paco Martínez Soria, ni me perdí en el metro, ni me atracaron una sola
vez. Vi monumentos tan importantes como la Estatua de la Libertad, o el portal
de la casa de Sarah Jessica Parker en Sexo
en Nueva York o (Sex and the City para
los que os mola la VO).
También
visité España, que ya iba siendo hora, y fui a la boda del año, que no fue la
de Meghan Markle y el Royal pelirrojo. Y aprovechando visité Portugal para ir a
tomarme unos vinos.
Entre
uno, otro, y seguir ejerciendo de científica, no me ha quedado casi tiempo este
verano para ir a la playa, o tocar el ukelele. Mucho menos para actualizar este blog con
detalles de mi vida que solo mi madre lee.
Así
que por el momento, y hasta que no me deshaga de algún pasatiempo que deje un
hueco en mi vida que tenga que rellenar con este blog, esto se queda en stand by.
Un sweet
and short post para decir “hasta pronto”.
Y
recordad, como dijo William Henry Harrison, “llevaos una rebequilla que parece
que va a refrescar”.
xx
Elen
No solo tu madre
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