Seguramente los
que hayáis vivido fuera en algún momento y tengáis facebook, estaréis
familiarizados con ese submundo dentro de la mencionada red social que son los
grupos de “Españoles en (insertar nombre de ciudad)”. Nunca estuve en ninguno
de esos grupos, porque me parecen inútiles, aunque últimamente me encuentro en
medio de un duelo interno sobre Facebook y su provecho real. Sin embargo, esta
vez sí que me metí en el de “Españoles en San Diego” porque pensé que quizá
sería útil a la hora de encontrar un coche de segunda mano o alguna casa en
alquiler. Por supuesto, me equivoqué. Pero no me he atrevido a borrarme del
grupo, porque al menos me echo unas risas. Mudarse a USA no es moco de pavo, el
sistema es muy diferente al europeo, no es como en la UE que con presentar el
carnet de socio, ya te vale pa todo y nadie duda de que seas una persona real.
Podríais pensar, en vuestra ignorancia, que estos grupos de “Españoles en…” están
llenos de preguntas legales y cosas por el estilo, dudas que se consultan con
gente que ha pasado esos mismos trámites antes que tú… Pues no! Os equivocáis
miserablemente, igual que yo! En realidad está lleno de españoles que quieren juntarse
con más españoles para tomar unas cañitas y quejarse de lo difícil que es
conocer y hacer migas con los “locals”. Quizás dejando de hacer gueto
conociesen más "locals", pero qué sé yo. También consultan dudas, a
veces. Lo último que he visto ha sido una chica preguntando dónde comprar
sábanas. Bravo, amiga.
Otro "sunset" en La Jolla Shores. |
El día que
inadvertidamente me registré en el consulado, la cónsul honoraria que exudaba cañí
por todos sus poros me sugería que organizase quedadas en la Casa de España con
todos los españoles que trabajaban en el mismo instituto que yo. Estoy abierta
a conocer a cualquier tipo de gente todo el tiempo, pero si quisiera forzarme a
estar rodeada de españoles todo el tiempo… quizás me hubiera planteado volver a
España. No me malinterpretéis, que no es que odie España ni a los españoles,
pero es que me da exactamente igual. No tengo la necesidad de estar rodeada de
gente de mi misma nacionalidad para sentirme bien (de hecho muchas veces
funciona justo al contrario) y lo que ponga tu pasaporte no me va a motivar
para ser tu amiga (ni tu enemiga).
Dicho todo ésto, espero que no me retiren la nacionalidad o que la cónsul tome represalias.
Si algún día os aburrís, os sugiero que, de forma
aleatoria, elijáis uno de esos grupos en Facebook y os apuntéis. Seguro que
unas risas os echáis.
Yo en la playa. Señor bañándose al fondo |
xx
Elen