Me estoy quedando
sin ideas sobre qué escribir. Pero no sé si será porque estoy adaptándome tan rápidamente
que las cosas ya no me sorprenden como al principio. Y si veo una señora de
400kg en una silla de ruedas sorbiendo donuts mientras su marido recoge con una
pala una zarigüeya muerta de la cuneta, me parece tan normal como ver a la
gitana de la plaza gritando “bragas a euro”.
Me han sugerido
que escriba una entrada sobre comida. Tengo que decir que en una entrada
anterior mencione el item alimenticio
que más me había impactado hasta el momento (el corn dog) pero eso ya no me
parece ninguna novedad. Ya me lo comí una vez, y con una vez basta, tampoco hay
que arriesgar, por mucho que me fascine el “live
fast, die young”.
Con mi renovada hipocondria
sobre la diabetes, probablemente derivada por la cantidad de azúcares que TODO contiene aquí,
la verdad es que no me he introducido mucho en la gastronomía local. Menos mal
que vivo con dos americanos que tienen muy poco aprecio por la alimentación
sana. Aun así les pregunté sobre qué platos típicos podría probar aquí, en un afán
desesperado de tener base para defender la gastronomía de esta gran nación,
igual que me pasó en Inglaterra donde, sorprendentemente, se puede comer algo más que un fish and chips y en realidad puedes
encontrar cosas ricas que no estén deep-fried.
¿Sabéis, amigos,
lo que es la Chicago pizza? Bueno, yo no lo sabía, pero lo descubrí hace
poco. Mi roommate llevaba tiempo ya diciéndome que tenía que probarla, que era
de gran importancia que comiese la pizza Chicago de no-se-qué-sitio (no le
entiendo muy bien cuando dice nombres propios, de hecho anteayer por primera
vez entendí que es de un sitio llamado Merced, a pesar de que me lo dijo ya
unas 345 veces) y la comparase con la New York pizza (que, para mí por lo menos,
es la pizza de toda la vida). Y os preguntaréis, si sois tan ignorantes como yo
en cuanto a grasas saturadas se refiere, que qué coño es la Chicago pizza. Pues
es algo así como una pizza rellena. Rellena de más pizza. Una sola porción podría
acabar con el hambre de Somalia. O ser el banquete de bodas de Mario Vaquerizo.
No la confundáis con la calzone,
porque no es eso.
Creador de la Chicago pizza... supongo, |
Los americanos
son gente muy de “I want it all, I can’t
get enough”. Y oye, por qué no? Así les va de puta madre. Lo quiero todo y
lo quiero ya. Pues con la comida igual. Ellos no tienen ese problema de no
decidirse y no saber qué comer… porque si tienen la duda entre dos cosas
diferentes, las juntan y todos tan contentos. Como es el caso del chili dog (entre otros). A ver, Mike, qué
te apetece cenar esta noche, sweetie? Chili con carne o hot dog? NO!! Junta las dos cosas y punto! Yo, personalmente, no
tengo ese tipo de dudas existenciales porque en mi despensa ahora mismo hay una
lata de sardinas, media botella de Southern Comfort y tres kiwis. Pero
volviendo al tema, lo de mezclar varias comidas en una tiene, indudablemente,
dos ventajas principales: te puedes ahorrar el esfuerzo de decidir (algo que se
me da fatal) y no es necesario ningún talento a la hora de cocinar, porque con
tantas cosas mezcladas los sabores se anulan, tus papilas gustativas se saturan
y tu cerebro se vuelve incapaz de discernir si lo que te estás comiendo está
bueno o es peor que el disco de Paris Hilton (esto se puede considerar una
sinestesia, no?).
Sin embargo y a
pesar de lo negativo que pueda parecer lo que escribo, todo lo que he probado
no es tan malo como parece. Al menos nada es equiparable a la deep-fried Mars bar, orgullo de Escocia.
Pero bueno, estoy segura de que en algún recóndito lugar
de los EEUU hay algo que merezca la pena ser probado y que quizás aún no haya
sido aprobado por la FDA.
Al final igual lo del roadkill no es ni tan mala idea |
Si lo encuentro, seréis
los primeros en saberlo.
Otro día os
hablare de la dieta macro-paleo-orgánico-vegana, que viene a ser el extremo
opuesto de todo lo que acabo de explicar aquí. Porque este país también es muy
de extremos. Los términos medios son para los cobardes. Y eso es así de to la
vida.
Cuídense, comrades.
Elen
Lo mejor del post, a parte de la idea brillante que te dieron, es lo de el tag "diabetes" jajajaj
ReplyDeleteLa deep-fried Mars bar, un chasco... Y eso que la probe en el lugar que se proclaman los inventores (Stoneheaven, Aberdeenshire), espero que la pizza estilo chicago estuviera cojonuda, porque yo voy a soñar con ella hasta que la haga....
Pues no se que decirte... a mi no me gusto mucho. Creo que llevaba demasiada alcachofa (llevaba de todo)
DeleteQuerrás decir dieta macro-paleo-orgánico-CRUDIvegana, no???
ReplyDeleteLa Chicago Pizza parece una quiche de pizza.
Por supuesto... era eso exactamente. Y sí, lo de la quiche es una descripción muy acertada.
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