Thursday 27 July 2017

Comic Con y whiskey gratis

Todas esas horas de trabajo voluntario que hago no solo me recompensan con el infinito gozo de impartir sabiduría y compartir interesantes discusiones sobre todo tipo de temas científicos con cualquiera, sino que de vez en cuando también me dan cosas en reconocimiento de mi labor altruista. Desde bombones salados,  a entradas a museos o tarjetas regalo del Starbucks. Pero esta vez, y compensando por todo, me dieron un pase para la Comic Con! Y que es mejor cosa que hacerse con uno de los imposibles pases para ir a la exclusiva Comic Con?? Ir gratis! Lo único que tuve que hacer fue estar 3 horas el sábado por la mañana en el Futurism & Tech Pavillion, acompañada de otro simpático científico, hablando con cualquiera que quisiera acercarse a hacernos preguntas: desde nuestra opinión sobre la nueva ola absurda de que la tierra es plana (a estas alturas volvemos a eso?), de los efectos del cannabis o el alcohol en el cerebro, de por qué la vía láctea se representa de aquella manera o de si es posible morir por el impacto de una hormiga a 1000 millas por hora (ya sabéis que aquí lo del sistema métrico es cosa de brujería).

Los ya tradicionales "predicadores" que advierten del inevitable destino que te espera si lees comics y te gusta la fantasia que no sale en la biblia.

Al acabar mi turno tuve la oportunidad de darme una vuelta por las diferentes demos de realidad virtual que había allí. Era en un hotel de esos que tienen eventos satélite para los que no hace falta pase, haciendo un poco felices a los pobres desgraciados que intentan conseguir pases sin éxito. Lo mejor, la demo de realidad virtual de Paranormal Activity, en la que grite de horror como la propia madre de Laura Palmer. Gracias a ello también me gané la invitación a la exclusiva VIP party que tuvo lugar aquella noche y que prometía la asistencia estelar de uno de los grupos que más rabia me da del panorama musical de la primera década de los 2000, Black Eyed Peas, y la degustación de whiskey Macallan que bien merecía aguantar a los Black Eyed Peas y a cualquier otro horror de la industria musical. Afortunadamente, Black Eyed Peas se habían retirado prudentemente de dicha celebración a la hora a la que yo decidí aparecer, elegantemente tarde. Pero el whiskey seguía allí, que era lo importante. Además, como en toda fiesta VIP que se precie, hice valiosos contactos y me regalaron un montón de  swag de los Power Rangers.

Un tipo majo.
El domingo de la Comic Con, que se supone el día menos concurrido de dicho evento, era digno de una de esas Semanas Santas del sur en las que arrojan bebes contra estatuas de vírgenes, aunque la Comic Con estaba más organizada y daba menos miedo a pesar de los monstruos. Me lo pase muy bien paseando y mirando a la gente, haciéndonos fotos con los zombies de Walking Dead y evitando por poco no hacerme spoilers a mí misma. Os aseguro que si no habéis visto alguna serie, ir a la Comic Con no es la mejor idea si quieres mantener el misterio. Tras mucho deambular por todos los exhibitors finalmente encontramos lo que creeríais más obvio de la Comic Con: LOS COMICS. Después de horas de deshidratación e inanición, cargando con una mochila llena de cosas (aunque no las suficientes, me esperaba mucha mayor cantidad de freebies – cositas gratis) y ya cansada de no haber visto a ninguna celebrity reconocible, me retiré a mi apartamento con el reconfortante sentimiento de que había estado en la Comic Con y ya podía tachar una cosa más de mi bucket list.

Para el siguiente capítulo: el Warped Tour. La Elen de 16 años estaría henchida de emoción.