Tuesday 18 April 2017

El Northwest


Hace un par de meses cumplí años. Otra vez. Que no está nada mal seguir cumpliendo años, como dirían los paisanos del pueblo. Mientras haya salud… aunque con el descubrimiento de una nueva especie de arácnido aquí bien cerca, no sé por cuánto tiempo vamos a poder jactarnos. ¿Es posible que la ofuscación del presidente con construir un muro fuera en realidad para mantener a estos seres lejos de las calles de Southern California? Al bicho en sí lo han bautizado Califorctenus cacachilensis, que está muy bien como ejercicio de articulación. Para colmo, se la han traído a San Diego para estudiarla, concretamente a estudiarla a menos de 2.5 millas de mi casa, al museo de historia natural.


Sin embargo, no es este peludo ser el que me trae de vuelta al blog, si no el relato de mi breve visita a uno de los países que mejor fama tiene del mundo, Canada. Concretamente visité Vancouver, en British Columbia, a escasas 3h de conducción desde Seattle (la cual ya había visitado con anterioridad). Por desgracia, al no viajar sola como suelo hacer, no tuve la oportunidad de interaccionar con ningún local (sin contar el taxista racista - insólito, a la par que desafortunado - que nos llevó una noche a nuestro AirBnB) y de empaparme de la realidad de sus habitantes. Paseé por East Hastings, la calle que inspiró la canción de Godspeed you Black Emperor, vi el edificio más estrecho del mundo, y estuve en algunos de los parques más bonitos que he visto. Y es que los canadienses saben hacer un parque para pasar el domingo (a pesar del parking de pago en todas las esquinas).
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Stanley Park
Tengo que decir que lo mejor del viaje fue parar en un pueblo a medio camino entre Seattle y Vancouver, donde comí uno de los mejores sandwiches de mi vida. Era algún tipo de atún sin cocinar que no recuerdo como se llamaba. Creo que el pueblo era Bellingham. Es el problema de escribir sobre algo que ha ocurrido casi hace dos meses. Otro de los highlights, esta vez en Seattle, fue enfrentarnos a un señor que en su transgresora actitud tiró un plato de cartón al suelo, mientras me miraba desafiante y me decía "so what? pick it up if you want". Llevaba sin vergüenza alguna corn rows, así que tampoco se le podía pedir mucho. Seguro que su banda favorita era Crazytown.
El día de mi cumpleaños me lo pasé comiendo tortitas y paseando por nieve virgen, haciendo lo que los English speakers llaman "snowshoeing", con significado evidente. Conducir hasta ese sitio fue una labor ardua (no para mi que iba de copiloto) que no entrañó poco peligro, debido a la niebla y a la nieve que no paraba de caer. Si hubiera tenido una GoPro hubiera hecho un documental digno de Calleja, pero como incluso me quedé sin batería en el móvil, lo único que puedo dejaros son algunas fotos de dudosa calidad. Mi mayor lamento es no haberme encontrado con el Sasquatch.

Goldcreek


Elen