Thursday 21 January 2016

Active shooters los llaman

Hará un par de semanas que tuve que asistir a una sesión de “entrenamiento” de cómo reaccionar en caso de que hubiera un tiroteo en el museo. En el museo precisamente porque es uno de los sitios donde hago de voluntaria, al menos el segundo sábado de cada mes, donde les enseño ciencia a un grupo de niñas de entre 10 y 12 años (cuando aún no estás muy segura de todo lo que te viene encima).
El museo de ciencia está en el Balboa Park, en el centro de San Diego, y a raíz del tiroteo de San Bernardino (que está aquí al lao, como quien dice) decidieron que igual era bueno avisarnos de cómo actuar en caso de un tiroteo. Sin embargo la única que no sabía qué hacer en esa hipotética situación era yo. Al parecer, lo más normal es que igual que te explican en el cole cuando eres pequeño cómo actuar en caso de un incendio, aquí también te dicen cómo proceder ante un chiflado con una semiautomática. Diferencias culturales.

Para ir abriendo boca nos repasaron algunos de los tiroteos con muertos de los últimos años.

1984 - San Ysidro, California. James Oliver Huberty decide ir al McDonald’s de San Ysidro (al sur de San Diego, ya con la frontera de Tijuana) a matar gente. Se carga a 21 personas y hiere a otros 20, a base de disparar con una Uzi semiautomática, una escopeta y una pistola. El caso era conocido por todos los presentes excepto por mí. Nos lo presentaron como si el mismísimo Matías Prats estuviera allí entre nosotros: “aquella mañana de julio de 1984 los clientes del McDonald’s de San Ysidro consiguieron algo más que quitarse el hambre”.



1999 - Columbine, Colorado. Ya sabéis todos la historia gracias a la peli-documental “Bowling for Columbine”.

2012 - Aurora, Colorado. James Holmes entra en un cine donde la gente está tranquilamente viendo la peli de Batman y comiéndose sus palomitas bañadas en mantequilla para liarse a disparar y matar a 12 personas, dejando a 58 heridas. Mi ex-compañera de piso ahora vive al lado de ese cine, como apunte totalmente irrelevante.



Creo que mencionaron uno más, pero no soy capaz de recordar cual. Lo que si extraje es que Colorado y California se llevan la palma en lo que se refiere a gente muy resentida con armas. De todas formas, no se extendieron mucho con esta parte (porque entonces hubiéramos echado más de dos horas) y continuamos con el entrenamiento (tanto referirse a la presentación como entrenamiento que yo me imaginaba que nos iban a meter en una galería a esquivar disparos).

Nos enseñaron un video, que bien podría haber sido producido por los de la Hora Chanante, que resumía las tres opciones que debemos barajar (en orden) en caso de dicha situación:

1 - CORRE: ¿no jodas? Bueno, obviedades aparte. Al menos aconsejan algo que debería venirle a la cabeza a todo el mundo con sentido común (cuidao, que tanto no abunda). Bien. Si oyes tiros, corre en dirección contraria, intenta ayudar a quien te encuentres por el camino pero no dejes que te entorpezcan ni te ralenticen (lo que yo entendí: deja atrás a los histéricos si no se calman después de la segunda bofetada) y vete lo más lejos posible del edificio, no te quedes a la puerta esperando a ver qué pasa.

2 - ESCÓNDETE: si no puedes salir huyendo, escóndete bien, silencia el móvil, apaga las luces, deja de respirar, no hagas ruido, etc… De nuevo, bastante lógico todo.

3 - PELEA: casi se me cae el culo ante tal sugerencia. Aquí, los héroes americanos, dicen que si no puedes huir ni esconderte, te enfrentes al shooter. Bien, tengo mis reservas. Sugirieron ciertas formas de enfrentarse al susodicho en caso de que no traigas tú una semiautomática o una beretta o un lanzallamas en la mochila. Atácale con el extintor. Apunta a los ojos y riégale con él. Mmmm, sigo teniendo mis reservas y dudas muy fuertes de que eso llegase a funcionar y el shooter no respondiera con una ráfaga de tiros. Pero bueno, supongo que si vas motivado y piensas que eres John McClain todo puede llegar a ir bien.


Así que ahora ya estoy entrenada para sobrevivir a un incendio, un terremoto, un tornado y un tiroteo. Menos mal. Entre esto y tanto comer kale, voy a llegar a ser inmortal.

Elen